La radiación electromagnética es una combinación de campos eléctricos y magnéticos que se propagan por el espacio transportando energía. A diferencia de otros tipos de formas de transmisión de energía, como el sonido, éstas pueden propagarse en el vacío.
La forma en que estas se propagan se llaman ondas electromagnéticas.
Estas ondas se diferencian unas de otra por su longitud de onda que representa la distancia que recorre una onda, a la velocidad de la luz, en un ciclo (cada ciclo está determinado por dos puntos consecutivos de la misma amplitud y de la misma fase, como por ejemplo dos crestas). La unidad de medida de la longitud de onda es el metro.

Otra forma de representar esta característica de las ondas es con su frecuencia, la cual representa la cantidad de ciclos de esa onda que se producen en un segundo. La unidad de medida es el Hertz (Hz). Existe entonces una relación única entre longitud de onda y frecuencia:

Frecuencia = Velocidad / Longitud de onda

La longitud de onda (o frecuencia) de una onda tiene relación directa con su energía. Menores longitudes de onda (o lo que es lo mismo, mayores frecuencias) implica una mayor energía.

Las diferentes ondas electromagnéticas, con sus longitudes de onda característica, conforman lo que se conoce como el espectro electromagnético.